Sin duda la emoción y alegría por ganar cualquier tipo de concurso siempre está a flor de piel, sobretodo cuando la competencia es muy difícil. Sin embargo hay ocasiones que el exceso de estas puede ocasionar tragedias, momentos divertidos o anécdotas para el recuerdo. Por eso nunca está de más mantener siempre la cordura y el auto-control ya que con mientras mantengamos la cabeza fría nuestras decisiones serán más acertadas.
En el material a continuación podemos ver a una chica en el justo momento en donde logra ganar un concurso de belleza en su pueblo y sus amigos se dirigen hacia a ella con demasiado entusiasmo y energía ocasionando un percance totalmente imprevisto para los organizadores y para ella misma, esto nos da un claro ejemplo visual que a veces debemos de tomarnos las cosas con calma.